Ángeles de patrulla

Cada día te levantas  te miras al espejo y ves que eres un ángel, al servicio de la ciudadanía. Te cojes la mochila donde llevas lo necesario para poder hacer aquello que tanto soñaste. Llegas a tu puesto de trabajo y tu superior te da la orden del día, caminas con tu compañer@ a tu zeta, dirección, servir. Termina tu servicio y feliz de vuelta a casa con todo bien hecho.Te despide de tus compañeros hasta el siguiente servicio. De vuelta a casa tus familiares te dan un gran abrazo. Te sientas en el sofá y sonríes sintiéndote feliz por ayudar una vez más a los que lo han necesitado. Ahora un feliz y merecido descanso. Mi reflexión es, no todo es color de rosa, pero entre la mala hierba siempre florece algo bueno.